miércoles, 28 de mayo de 2014

No sé por qué tengo ese nombre en la cabeza. No sé quién es, ni sé a quién busca. No sé por qué osa presentarse así, sin trucos y sin prisa, sin preámbulos ni adoquines, a despertar de mí tanta atención. Winfunfandum numignarium. Si fuera que siente el diente almedrentado y a ver, a ver, a ver que se me hace que un porquitito siente sube baja entiende, mas perdón, sí, disculpame, se mecanizaron los martes, se me perdieron de vista los instantes y se me enjabonaron las crestas. Claro, tanto mentir para olvidar un querer y tanto sufrir para dejar sin querer. Martes.

3 comentarios:

  1. No veo respuestas a ninguno de mis comentarios.....(y despues se quejan de que no hay comentarios!)

    ResponderEliminar
  2. gracias por tus comentarios!!! son bienvenidos.

    es una buena continuación a ese martes, che

    ResponderEliminar