lunes, 28 de enero de 2013


Pareciera entonces que aquello que supo ayudarme

desapareció de la faz de la existencia en un

suspiro de indecisión.

La incertidumbre deslumbró

la encendida palabra enredada de un vacío color

opaco.

Albergando arenas envueltas soñando

desenlaces tan predecidamente imposibles.

No calcula bien. Se deshace.

miércoles, 9 de enero de 2013

Que la tradición nos llevará a la locura, es casi tan simplicista como creer en la importancia de la segregación  estampada. Que la naranja nos cambiará las perspectivas embarazadas es casi tan estridente como fabricar mentiras autografiadas. La delicia de la desesperanza refleja los oscuros mares en que navegan las mentalidades resignadas.
Una saturación de la poesía. Una estropeada tarea de infante roto. Reflejo extraño, tironeado por los pares de alfileres dulces -y alimonados-. Recuerdo tu altruismo errante y tu entidad inquieta, remontando alocada en el silencio de la fábrica de ideas flojas. Torpes e iterados atajos dentro de un juguete frío, que añorando esperas conquistaban delicias falsas. Y pensar que todo este silencio grita siempre mientras caminan los dibujos locos, los entibiados soles, los arriesgados trotes. Mortal, como vos y yo en este tiempo muerto y desmedido (absolutamente desmedible). Sentir tu paso impaciente en la penumbra oscura de los espirales rojos y las aprensiones in fragantis. Estampado aquietado sobre tu cuerpo danzante que nivela portales amadamente imprecisos, olvidablemente retorcidos. Ruta, arpegio y extensión.